domingo, 19 de abril de 2009

El Mercau Astur II


El domingo es un día para descansar (los/as que pueden, pues muchas personas trabajan también en festivos) y aprovechar para dar una vuelta por los tenderetes del Mercáu Astur es una lección para los sentidos. Podemos oler los quesos tradicionales junto al olor de las hierbas aromáticas que impregnan el aire dándole ese pequeño matiz de aroma de zoco. Saborear los embutidos y demás bollas (como llamamos aquí), empanadas y dulces que se nos muestran encima de los improvisados mostradores. La mezcla de colores que el trajín de los comerciantes y los visitantes crean en las calles nos traslada a la época donde los acontecimientos mercantiles servían de excusa para bajar a la villa con la esperanza de hacer una buena venta y con la de adquirir los víveres y utensilios con los que se emprendería el camino de regreso. El oido recibe desde el murmullo bullanguero de los buhoneros ávidos de atraer cuanta más clientela mejor hasta los sones de gaiteros que amenizan con su música el ambiente de la fiesta. Y el tacto, con esa manía que nos persigue de manosear y tocar las mercancias, como si fuéramos entendidos del género, pero que nos permite acariciar texturas que a diario no tenemos cercanas.

Los/as que no habeis podido estar aquí no os perdais este vídeo y estas fotos; y los que habeis deambulado por las callejuelas del Barrio de la Caleya recordadlo .

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